Energía, todas la buscamos y la queremos.
Podríamos describir la energía que buscamos a nivel físico como vitalidad y acción, a nivel emocional como alegría y disfrute, en el plano mental como positivismo y optimismo, y a nivel espiritual como motivación y confianza. Aceptémoslo, todas queremos estar conectadas con estas sensaciones para siempre, pero la realidad es que vivimos en un mundo dual donde todo es impermanente. Y además somos mujeres, nuestras emociones cambian drásticamente cada ciclo de 28 días. Entonces la gran pregunta y desafío que tiene hoy la mujer es: ¿Cómo generar la suficiente energía para mantener firme un propósito, a pesar de todas las adversidades físicas, emocionales y mentales que vivimos? ¿cómo eliminar la mayoría de las excusas que tenemos, para realmente enfocarnos en lo que queremos?
#1 Enfócate en tu cuerpo
La mayor fuga de energía que tenemos las mujeres es nuestro cuerpo y se ve evidenciada por la pereza, aquella actitud que no nos permite entrar en acción. Muchas veces esa pereza es el resultado de un mal manejo de nuestro cuerpo físico.
1- Dormir. No descansamos bien, dormimos pocas horas o tenemos pesadillas y pasamos nuestras preocupaciones del día a nuestros sueños. Asegúrate de dormir las horas adecuadas (ni mucho, ni poco), mantén un equilibrio y haz una pequeña relajación antes de dormir para soltar tus preocupaciones del día.
2- La alimentación. Nos alimentamos pobremente, consumimos pocos nutrientes naturales e intoxicamos nuestro cuerpo. Comer alimentos vivos (frutas, verduras, semillas) y evitar los alimentos muertos como las carnes y todo lo que venga congelado, hace que nuestra energía aumente. Toma mucha agua, hidrátate bien, y evita consumir la mayor cantidad de tóxicos (desde el café y el azúcar refinada hasta el alcohol y las drogas). Te recomiendo mucho pasar por procesos de desintoxicación del cuerpo, como limpiezas de colon y de hígado.
Una alimentación balanceada nos apoya a controlar nuestras emociones, pues ya ha sido comprobado que existe una relación entre nuestra alimentación y nuestras emociones, (sobre todo cuando cada 28 días sólo queremos devorar chocolates…).
3- Ejercicio físico. Hacer ejercicio físico es una de las mejores herramientas que tenemos para mantener nuestra energía arriba, pues eliminamos toxinas, movemos nuestra sangre y fortalecemos nuestros músculos y huesos. Haz ejercicio antes de comenzar el día para subir la energía o después de un día de trabajo para soltar el estrés, es la mejor herramienta para fortalecernos.
Cuidar de nuestro cuerpo es una de las mejores inversiones que podemos hacer para tener la estructura suficiente de persistir en nuestras metas y sueños. Sin estos 3 tipos de disciplina, el cuerpo va a estar molestándonos constantemente, nuestra energía disminuirá y tendremos pereza con frecuencia.
#2 Transforma tus emociones
La emociones son el talón de Aquiles de las mujeres, pues somos mucho más sensibles que el hombre por lo tanto, tendemos a enredarnos más fácilmente en los dramas. Así que lo más importante que debe desarrollar la mujer es la objetividad con respecto a sus emociones y saber enfrentar las emociones negativas, pues ellas consumen gran cantidad de nuestra energía.
¿Cómo lidiar con nuestras emociones negativas?
1- Aprende a ponerle nombre a tus emociones negativas. Lo que estás sintiendo en este momento es: ¿rabia? ¿celos? ¿envidia? ¿ganas de vengarte? ¿tristeza? ¿duda?
2- Investiga la emoción negativa y descubre cuál es su raíz.
3- Respira, quédate quieta, lleva hacia adentro y aplica el antídoto.
- Rabia -> Paciencia
- Celos y envidia -> Regocijo (ver blog sobre Celos y Envidia)
- Venganza -> Comprender la Ley del Karma
- Tristeza -> Alegría y desapego
- Duda -> Claridad y consciencia
Sí, estos 3 pasos se ven muy lindos y sencillos ahí escritos. Pero la realidad es que se requiere de mucha conciencia y práctica para lograr la alquimia interior. No es fácil, pero es posible con disciplina interna y un buen guía de apoyo.
Muchas veces la transmutación de la emociones no se puede dar pues tenemos demasiadas emociones acumuladas, por lo tanto, las mujeres debemos pasar primero por un proceso de catarsis. Después de pasar por ese tipo de procesos, sentimos que nos quitamos kilos de encima, además éstos nos apoyan a identificar mejor cada una de nuestras emociones.
#3 Observa tus pensamientos
Si cuidar de nuestro cuerpo y liderar nuestras emociones ya es todo un desafío, el trabajo con la mente lo es aún más. Sin embargo, al lograr hacer un excelente trabajo con nuestras creencias, podremos acceder al verdadero poder que tiene nuestra mente.
Es necesario aprender a observar cada uno de nuestros pensamientos y las creencias y miedos que están ligados a ellos, para poder avanzar en nuestra vida. Pues cada miedo o creencia limitante es un gran obstáculo para que nuestros propósitos se cumplan. Debemos aprender a acechar nuestros pensamientos y desvanecer uno a uno, cada miedo y cada creencia que nos limita.
Al principio será difícil y parecerá casi imposible, pero si te ayudas de un coach o un profesional en el campo, podrás avanzar 3 veces más rápido de lo que te imaginas.
#4 Conéctate con la fuerza más poderosa
Muchas veces creemos que la fuerza física es muy poderosa, pero en realidad la fuerza espiritual lo es 10 veces más, por eso se dice: “La fe mueve montañas”.
La mayor fuente de energía que tenemos es la espiritual, independientemente de la religión que tengas, es aquello que te conecta con algo más grande. Es aquello que te entrega tu razón de vivir y la confianza total de que estás en el camino cierto. La fuerza espiritual nos enseña a ser humildes, respetar y honrar las fuerzas más grandes, como por ejemplo la fuerza de la Madre Tierra, la Naturaleza y del Sol. Nos enseña a comprender que todo lo que tenemos, incluso nuestra vida, depende de estos astros. Las personas que no reconocen esta fuerza y no la usan como aliada, tienden a desistir y desgastarse más en la conquista de sus sueños. Mantener una disciplina de conexión tanto con tu sueño como con las fuerzas más grandes, es imprescindible para el éxito.
Si observamos objetivamente nuestra vida, nos damos cuenta que perdemos demasiada energía física, emocional y mental. La cantidad de tiempo y energía que se nos va en pensamientos y emociones destructivas es mucho. Cada una de nosotras sabe cual es su mayor fuga energética por lo tanto, es bueno comenzar a tapar esas fugas, tomar acción para recargarme de energía y aprender a conectarme con la fuente de energía más grande que tenemos: la Espiritual.
