Una de las principales causas por las cuales las mujeres no progresan se debe a que hay desunión dentro de ellas ¿Qué quiere decir desunión? que hay una parte de ellas que se comporta como victimario y otra parte que se comporta como víctima, generando una batalla interna que sale a relucir en la cotidianidad. Salir de este juego de roles no es fácil, porque la verdad es que dividirse y asumir el rol de víctima tiene muchas ventajas. Veámos cómo aprovecha el ego esta situación:
- Genera lástima y preocupación en los demás
Generar lástima es buen negocio, pues hace que los demás te escuchen. Así que las mujeres pueden sentarse horas a hablar y ser escuchadas. Por un lado es buena terapia, pero cuando el patrón se repite mucho es importante darse cuenta y salir de esa posición. El lado oscuro del asunto es que cuando generamos preocupación en el otro, sentimos que tenemos el poder y su atención.
- Si soy víctima, hay un victimario
Al igual que hay huevos hay gallina, esto funciona de la misma manera. Si hay una víctima, hay un victimario. Muchas veces el victimario somos nosotras mismas, pero eso no lo vamos a aceptar, así que preferimos que el victimario sea: el esposo, los hijos, el jefe, el banco, el sistema, etcétera. De esta forma nos quitamos la responsabilidad y culpar a otro se vuelve mucho más fácil.
Observa cuántas veces en la semana le echas la culpa a otro. Haz una lista.
- No asumir responsabilidades
Esto viene de lo mencionado anteriormente: como todos son culpables de que algo no funcione en mí vida, entonces yo no tengo que asumir la responsabilidad de ella. Cuando no asumimos nuestra responsabilidad, es imposible tomar la decisión de cambiar. Un ejemplo típico es llegar tarde a la oficina por el trancón (es más fácil decir eso que decir: “me levanté tarde”), ejemplos en nuestro día a día creo que sobran, sobre todo en la oficina y en el hogar ¿Cuántas veces no quieres asumir la responsabilidad de lo que te sucede en el vida?
- Llamar la atención
En este punto solo diré lo siguiente y tu me dirás si te identificas o no: “es más fácil llamar la atención de otros siendo víctima que haciéndolo por mérito propio, pues el primero es más rápido y el otro implica un esfuerzo interno”.
- La excusa perfecta para expresar la rabia
Honestamente, preferimos expresar rabia cuando somos víctimas que cuando somos victimarios, de lo contrario, frente a la sociedad nuestra rabia será injustificada. Todos tenemos una historia y siempre la contamos desde el lado de la víctima y no desde el victimario, así logramos que los demás nos den la razón. La realidad es que rabia es rabia, seas víctima o victimario.
- Siendo víctimas dejamos de hacer esfuerzos
Esto simplemente quiere decir que la pereza se apoderó de nosotras. Como somos víctimas “no podemos hacer nada”, nos des-empoderamos, dejamos de explorar nuestro verdadero potencial y dejamos de crecer internamente. ¿Cuántas veces has hecho esto en tu vida? Escríbelo.
Cuando elegimos ser víctimas, las únicas que perdemos somos nosotras mismas. Pues ser víctima es gastar demasiada energía en cosas que no nos hacen crecer, cambiar, ni evolucionar. Ser víctimas es defender la mediocridad en la que estamos y perder por completo nuestra libertad, sólo hace que perpetuemos un círculo vicioso.
Expuesto de esta manera parece muy fácil de detectar, pero la realidad es que la víctima interna es muy inteligente y perspicaz, se disfraza e incluso puede llegar a ser muy sutil. Por eso es importante aprender a detectarla adecuadamente. Espera el siguiente blog para más detalles sobre la victimaria interna.