El primer paso hacia la Inteligencia Emocional Femenina.

Desde que estoy en el campo del crecimiento personal con mujeres, me he dado cuenta que para nosotras el mundo emocional es muy importante. Hacer catarsis y terapia son procesos que no sólo me han ayudado en lo personal, sino que también he sido testigo del cambio en mis alumnas y clientes. Considero que estos dos procesos son muy importantes a lo largo de la vida de cualquier mujer para seguir creciendo. Pero hay algo que es igualmente de importante a estos procesos, y es la capacidad que cada una de nosotras tiene de aprender a autoregular nuestras emociones, comprenderlas y a salir de la mayoría de las situaciones cotidianas por nuestra propia cuenta, sin necesidad de estar recurriendo constantemente a la terapia.  Ahí es dónde siento que la inteligencia emocional es muy importante, así que hoy quiero ampliar un poco más en este tema.

Según David Goleman, existen 4 aspectos que toda persona debe aprender a desarrollar para aumentar su inteligencia emocional, y el primer aspecto es la capacidad de hacer consciencia de nuestras emociones.

1-Clasificación de la Emociones

 

Para poder hacer consciencia de nuestras emociones debemos primero saber un poco acerca de ellas. Una de las formas que más me ha apoyado a hacer consciencia de mis emociones es observar la siguiente imagen y recordar momentos de mi vida en dónde estuve sintiendo cada una de estas emociones. Te recomiendo que hagas lo mismo.

Existen 3 emociones primarias negativas que son la tristeza, la rabia y el miedo, que dependiendo de su profundidad pueden llevarnos a lugares muy oscuros como lo es la depresión. Lo mismo sucede con las emociones positivas como la tranquilidad, la felicidad y el empoderamiento, las cuales pueden llevarnos incluso al éxtasis.

Ponerles nombre a las emociones, y reconocer nuestros patrones recurrentes es muy importante para nuestro crecimiento personal y el desarrollo de la inteligencia emocional, pues esto nos apoya a estudiar dicha emoción en profundidad y poder salir de ahí más fácil, o en caso de ser una emoción positiva poder mantenernos ahí un buen rato.

 

2- Las diferentes etapas de la consciencia de las emociones

 

La mayoría de nosotras tiende a hacer consciencia de lo que sentimos, después de que el episodio ha sucedido. Por ejemplo, es la tercera vez que una mamá le dice a su hijo que no se suba a la mesa y entonces ella, ya furiosa, le grita y lo regaña. Después de eso se va al baño alterada y con mal humor. Es común no darse cuenta de la rabia sino hasta después de haber gritado y haber salido corriendo de ahí.

Darse cuenta de las emociones es un proceso, pues primero debemos tener la intención o el deseo de hacer consciente un tipo de emoción. El proceso hacia la consciencia de la emociones es el siguiente:

  • Etapa 0: cuando aún no soy consciente de la emoción.
    • Es cuando después de un episodio intenso de emociones, continúo justificando mis acciones, poniéndome en posición de víctima o en posición de “yo tengo la razón”.
  • Etapa 2: cuando hago consciencia de mis emociones, pero después del episodio.
    • Es cuando después de haber llorado, gritado o de haber quedado petrificada del miedo, reconozco que me dejé llevar por mis emociones pero sólo me doy cuenta unas horas después o al día siguiente.
  • Etapa 3: cuando hago consciencia de mis emociones en el momento que se producen.
    • Esta etapa sucede después de un buen tiempo de asechar una emoción, pues ya tengo una idea de mis patrones y puedo observarme mientras que siento la rabia, la tristeza o el miedo. Después, al reflexionar sobre esa emoción, puedo encontrar la causa de esta emoción.
  • Etapa 4: cuando hago consciencia de la emoción, antes de que se apodere de mí.
    • Esta ya es la etapa de la maestría, pues ya observé y aseché tanto cierta emoción o patrón, que comprendo su causa y aprendo a lidiar con ella antes de que suceda.

3- Inteligencia emocional femenina

 

Todas sabemos que por lo general, las mujeres somos más emocionales y sensibles que los hombres, aunque ciertamente hay excepciones. La naturaleza femenina es emocional, y esto se evidencia en nuestro ciclo menstrual.

Ya se ha comprobado, incluso de manera científica, que la mujer atraviesa una infinidad de emociones a lo largo del ciclo menstrual. Por lo tanto, la primera consciencia que debe hacer una mujer es reconocer sus patrones emocionales a lo largo de su propio ciclo menstrual.

Si como mujer quieres mejorar tu desempeño laboral, tus relaciones de pareja y de trabajo, es muy importante que conozcas aquellos patrones que se relacionan con tu ciclo menstrual. Pues, aunque hayan miles de estudios que digan como son las emociones de las mujeres a lo largo de su ciclo, cada mujer es diferente y es tu responsabilidad saber cómo es que tú funcionas.

Una mujer que se conoce a sí misma y conoce sus patrones tiene a administrar mejor sus emociones y mejorar todas sus relaciones. Así que la recomendación de esta larga entrada de blog de hoy, es que comiences a hacer consciencia de tus emociones, les pongas nombres, las clasifiques, detectes en qué etapa de la concientización de la emoción estás, y observes tus patrones a lo largo del ciclo menstrual.

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