Hoy celebramos el Día de la Mujer a nivel internacional, hoy es un momento para recordar lo que es: Ser mujer.
Justamente esta pregunta ha rondando por mi cabeza, mi corazón y mi cuerpo por más de 7 años. Miro atrás hacia mi pasado y recuerdo el 2008 en la punta de los Himalayas, los picos nevados de más de 6,000 metros de altura, el sol brillando en mi rostro, la nieve en mis pies, mirando el impactante valle, y dentro de mí una crisis existencial preguntándome:”¿Qué carajos es esto de ser mujer? Universo, por favor enséñame el camino”.
Esa pregunta la hice con tanta fuerza que cambió completamente mi destino, haciendo que hoy trabaje con mujeres para las mujeres. Durante estos 7 años de trabajo he podido explorar mis miedos, creencias, deseos, venenos, talentos e ir moldeando mi propia causa noble.
Aún sigo contestándome esa pregunta: ¿Qué es ser mujer? y de lo único que estoy segura es que no es nada relacionado con la cultura en la que cada mujer nació. El primer impacto que tuve cuando viajé a Asia fue justamente darme cuenta que nosotras, dependiendo de la cultura en la que nacimos, tenemos diferentes conceptos de lo significa ser mujer…
- Las Hindús piensan que las occidentales se visten como prostitutas, porque visten ropa pegada y muestran los hombros.
- Las occidentales sienten que deben tener compasión por las hindús, árabes y africanas, porque sus costumbres son inhumanas y no tienen libertad.
- Las europeas sienten rabia cuando una amiga africana confiesa que se siente mal, porque es la única de la familia en no haberse hecho la ablación y eso le pesa en el alma.
- Las musulmanas se sienten desvalorizadas por no llegar vírgenes al matrimonio.
- Las canadienses piensan que las mujeres latinas son tontas, porque sólo piensan en casarse jóvenes y tener una familia entonces no aprovechan sus vidas.
- Las latinas piensan que la familia, casarse bien y tener hijos antes de los 35 años es lo correcto.
- Para las mujeres europeas la carrera es lo más importante.
- Etcétera..
A cada una de nosotras nos duele por lo menos una de estas creencias. Siempre creeremos que estamos en los correcto, pero no tenemos ni idea de lo que piensa el otro lado ni cómo lo vive. Porque mientras una mujer se siente horrible por no haberse hecho la ablación, tu te sientes igual por no haberte confirmado o por no haberte casado y dejado ir “el hombre de tu vida”.
Ser mujer no tienen nada que ver con: si me caso o no, si tengo hijos, como me visto, si soy gordita o flaca, morena, rica o pobre, musulmana, cristiana o vegana; si lo seguimos creyendo continuaremos jugando el juego de las creencias. Ser mujer se trata de poder trascender todos los miedos y las creencias para encontrarnos a nosotras mismas por encima de ellos.
Recuerdo muy bien en la India cuando estábamos en la Frontera con Pakistán, mujeres de culturas, edades y razas diferentes danzando y celebrando la vida. La danza era nuestra comunicación, no se necesitaba el idioma, en ese instante teníamos el corazón expandido, sonriendo, danzando y celebrando la vida. Y por un instante, todas nos convertimos en una sola mujer, trascendiendo todo lo que parece imposible de trascender.
Toda mujer debe lograr trascender por un instante para encontrarse a si misma, y encontrar una verdad que nunca nadie le podrá quitar.
