Una vez una mujer toma la decisión de casarse y tener un hijo, la vida cambia para siempre. Soy de las que piensan que antes de meterse en este nuevo estilo de vida, una mujer debe vivir muchas cosas. Porque si llegamos a esa etapa de nuestras vidas con “cosas” aun por vivir, arruinaremos esa relación, sobre todo, si hay hijos de por medio. Así que este texto es dedicado a todas las mujeres que aún quieren vivir intensamente sus vidas antes de tomar esa gran decisión.
- Irse a vivir sola
Vivir sola es de las terapias y experiencias más recomendadas para toda mujer. Ser independiente, asumir tus gastos, estar sola contigo misma en la casa, invitar amigos y ¡decorar como quieras! Es aprender a descubrir aspectos de ti misma que antes no conocías. Es darte cuenta que estando sola empieza una nueva relación con el orden, situación que con los papás no sucedía. Cocinar para ti misma se vuelve todo un descubrimiento. Hay nuevas responsabilidades, al igual que hay una enorme libertad al no tener que “rendir cuentas a nadie” y los problemas de convivencia con otros…mmm…¡no existen!
Pero también comienzan los problemas de convivencia contigo ¿Te aguantas a ti misma?
- Viajar sola
Creo que este consejo es uno de mis favoritos; no existe mejor momento de intimidad con nosotras mismas que viajar sin compañeros y aventurarse por el mundo. Ya he hablado mucho de esto en el blog, sin embargo, lo más importante a resaltar en este punto es comenzar a descubrir tu poder personal en un país completamente diferente al tuyo.
Recuerdo muy bien la vez que viajé por China, en tercera clase de un tren donde no había donde sentarse: éramos yo, mi maleta y 150 pasajeros chinos saliendo de vacaciones, algo totalmente surreal, una historia que contaré otro día… ¿Cuál es tu próxima aventura?
- Conocer personas de diferentes partes del mundo
Haz mucho amigos, mantén el contacto con ellos, aprende de diferentes culturas y formas de pensar en la vida. Amplía tu mundo y descubre que no todo es como te enseñaron tus padres o la sociedad en la que naciste. Existen muchas culturas y muchas formas diferentes de vivir. Rescata lo mejor de ellas e intégralas a tu vida.
- Disfrutar de su sexualidad
Es un momento para explorar ese aspecto, con todo lo que implica: desde las carencias afectivas y la falta de autoestima hasta el empoderamiento femenino; los disfrutes y goces hasta el exceso de libertad. Rompe todas la creencias que te enseñaron cuando pequeña e incluso, observa cómo éstas influyen en tus relaciones y tu forma de intimar. ¡Hazlo hasta que te canses!
- Enamorarse fugazmente
Casi todas las mujeres han tenido un pequeño romance de verano. Cuando sabes que esa relación no durará para siempre, entonces esa semana o fin de semana habrá que disfrutarlo al máximo. Es un momento de no pensar en las consecuencias, aprender sobre el desapego inmediato, es vivir el momento presente plenamente ¿Te has atrevido?
- Dejarse invitar de viaje
¿Alguna vez te han hecho una propuesta indecente y dijiste que sí? ¿Te dejaste tratar como una reina? Pues si estás soltera, la próxima vez que lo hagan di que sí. No te quedes pensando en las mil cosas que la mente piensa y desiste. Estás soltera y sin compromiso, ¡Haz cosas atrevidas!
- Darse regalos
Es muy válido hacerse grandes regalos para disfrutar contigo misma. Puede ser desde una tarde de masajes en el Spa, hasta un viaje, o simplemente cosas materiales. Pero no te lo entregues a ti misma como si fuera algo normal, entrégatelo como si fuera una gran sorpresa o un ritual ¡Disfrútatelos!
- Hacer cagadas
En esta etapa de la vida es perfecto explorar, es válido hacer cosas indebidas pues nos llevarán al autoconocimiento y saber muy bien cuales son los límites de la vida. Muchas personas a tu alrededor probablemente sufrirán, pero si logras detectar el principio que transgrediste, la causa interna por la cual todo se derrumbó, te recompones, pides DISCULPAS y te comprometes a aprender de la situación y nunca más repetirla, habrás aprendido una gran lección. Y cuando llegue el momento de comprometerse de verdad ya sabrás lo que definitivamente no debes hacer.
- Hacer un retiro espiritual y encontrar un camino
Antes de encontrar a alguien, encuéntrate a ti misma. Medita, piérdete en una montaña, investiga sobre el Yoga, el Budismo, el Sufismo, el Chamanismo, en fin… Encuentra tu lineamiento espiritual y comienza a definirte como persona.
- Ser voluntaria
Haz algo por los demás, sumérgete en una situación diferente a la tuya. Construye casas en Etiopía, enseña en un orfanato, apoya la reconstrucción del medio ambiente. Devuélvele a la Tierra y a la Humanidad todo lo que te han dado. Sé agradecida con todo lo que te sostiene. Ofrece tu granito de arena para tener un mundo mejor.
- Cortarse el pelo
Haz un cambio radical en tu vida, una forma de dejar atrás el pasado y de renovarte. Atrévete a ser otra ¡incluso experimenta nuevos colores!
- Explora tu feminidad
Asiste a círculos de mujeres, comprende los misterios de la feminidad sus oscuridades y sus bondades. Reconoce que las mujeres del mundo, aunque hayamos nacido bajo situaciones y culturas diferentes, todas tenemos una misma esencia femenina y eso nos une. Al reconocer tu feminidad descubres inmediatamente tu poder y la fuerza masculina que hay dentro de ti. Pon en balance tus energías, explorarlas y explótalas al máximo. Vive, siente, sueña.
Antes de comprometerte, vive tu autonomía, gózate de la vida y sobre todo disfrútate a ti misma. Pues después de haber vivido tanto llega un punto donde la energía de la adolescente se agota y viene una fase más madura, la fase de la mujer adulta que se convierte en madre y asume la vida con una responsabilidad diferente.