Hoy decidí escribir este texto en plena Luna Menguante, pues esta es la época del mes en donde queremos mandarlo todo a la m… Es la época en que nos posee Kali (la diosa destructora) y queremos acabar con todo. Lo interesante de este momento es que se trata de una energía que parece llevarnos a desistir, pero en realidad esa es una fuerza de empoderamiento. Si te interesa comprender mejor cómo funciona este proceso, continúa leyendo.
El apego: aquello que no nos deja avanzar
Una mujer no puede empoderarse si continúa apegada a situaciones de vida que no la conducen a sus sueños. Estos apegos pueden ser dolorosos, como por ejemplo una relación tormentosa, un trabajo que no te hace feliz pero que paga, un roommate desordenado pero que tiene buenos contactos… Estos apegos parecen obvios, pero también existen los apegos dulces, aquellos que nos hacen la vida más cómoda y que sabemos que en el fondo no nos están apoyando. Estos últimos pueden ser: esposos que pagan todo y no quieren que trabajes, trabajos muy bien remunerados pero con horarios que no te permiten disfrutar con tu familia, etcétera.
De manera que aquí la pregunta es: ¿Cuál es ese apego que no te deja avanzar hacia tus sueños? ¿Es un apego doloroso o dulce?
Es mucho más fácil salir de los apegos dolorosos que de los dulces porque el dolor hace que reaccionemos y tomemos acción, mientras que la comodidad nos anestesia.
El miedo a soltar
Toda mujer pasa por esta etapa en el momento de soltar: el miedo a hacerlo. Y entonces comienza a preguntarse a si misma qué sería de su vida sin ese trabajo, esa relación, ciudad, carro o casa etcétera. El problema es que al preguntárselo no visualiza lo hermosa que sería la vida sin ello, sino lo trágica que podría ser. Y justamente, lo que debemos comprender es que cuando comenzamos a visualizar un futuro y lo pintamos de forma pesimista, como un fracaso, estamos siendo influenciadas por el miedo. De esta forma, todo movimiento que implique soltar algo en mi vida va a ser más sufrido. Para entender mejor este concepto, aquí les dejo dos fórmulas entre las cuales ustedes pueden elegir la que prefieren:
SOLTAR + MIEDO = SUFRIMIENTO
SOLTAR + AMOR = LIBERTAD
Todo movimiento en la vida que implique soltar nos va a traer libertad, pero si decido soltarlo con miedo, voy a quedarme en el pasado y voy a sufrir. Es por esto que debemos aprender a cambiar la mirada ante todos los cambios que suceden en nuestra vida, incluyendo la muerte.
¿Por qué soltamos con miedo?
Normalmente soltamos con miedo porque aún no conocemos ni confiamos en nuestros talentos y capacidades. Creemos que el empleo nos está haciendo un favor al darnos un sueldo, en lugar de verlo como que nosotros estamos haciéndole un favor a la empresa por poner nuestros talentos y capacidades a su servicio. Creemos que nos vamos a quedar solas o que nunca nos casaremos si soltamos ese hombre, en vez de pensar y reconocer lo buenas que somos como mujeres y como parejas, y que por ende cualquier hombre inteligente estaría más que feliz de estar con nosotras. Que vendiendo el carro (que estoy pagando en cuotas y con intereses altísimos) no hay más opciones de transporte y que sin él perdería estatus, pero la verdad es que lo único que estás perdiendo es dinero por no venderlo.
Soltamos con miedo porque aún no nos valoramos, no nos reconocemos y nuestra autoestima no está lo suficientemente afianzada en nosotras para sentirnos merecedoras de la libertad.
Cuando suelto y dejo atrás, en realidad me estoy empoderando y diciéndole “Sí” a nuevas aventuras. Cuando dejo atrás soy yo quien decide mi vida, en lugar de ser otros los que deciden por mí. Cuando suelto y dejo atrás, rejuvenezco y exploro nuevos aspectos de mi ser que antes no podía percibir. Cuando suelto y dejo atrás, comienzo a pensar en mí, a amarme y a valorarme.
¡Así que suéltalo todo! Suelta todo lo que te impide avanzar hacia tu sueño y ser una con la libertad!
