Cuando la mente y el corazón están en contra de mí…

Estos son esos momentos en que vivimos la mezcla perfecta entre un Tsunami y un Huracán dentro de nosotras. Nos damos látigo, pensamos que lo que estamos haciendo, lo estamos haciendo mal, que erramos, a eso se le suman imágenes pensando que “todo el mundo” nos van a rechazar y nos van a excluir. Las personas que me rodean se van a defraudar de nosotras, y que básicamente no valemos nada para nadie. Tenemos ganas de tirarnos en la cama y no saber nada de nadie. Entonces antes de que la sociedad nos excluya, pensamos en que es mejor nosotras alejarnos primero. Se nos ocurren ideas como perder “accidentalmente” nuestro celular, desconectarnos e irnos del país a empezar una vida nueva.

 

Entonces vamos al trabajo, con miedo, sin motivación, no nos podemos concentrar al frente de la pantalla, sólo continuamos pensando en todo lo que va a salir mal y cómo cada una de las personas que nos rodean nos rechazan, se alejan y nos abandonan. Nuestra vida se convierte en una duda constante, nos preguntamos si lo que hicimos lo hicimos bien, perdemos total discernimiento y la seguridad en nosotras.

 

A veces surge una voz que dice: “¡No! Lo que hiciste lo hiciste bien, fuiste auténtica, dijiste lo que pensabas, actuaste desde el corazón, te estabas protegiendo”. Pero esa voz interna no es lo suficientemente fuerte, porque el miedo a ridiculizarnos, sufrir, a no ser exitosas o no encontrar el amor, es demasiado fuerte.

 

Nuestras emociones y pensamientos nos afectan mucho, nos identificamos completamente con ellos, e incluso creemos que son reales. Es un momento en donde la mente y el corazón se alinean no para darle fuerza a tu intuición y conectarte con tu verdadero ser, ellas se alinean para justamente hundirte. Ahí es justamente cuando tenemos que ponerles un ¡STOP! a todas esas imágenes y sensaciones negativas. Es el momento de desidentificarte de ellas.

 

Muchas de mis Coachees llegan en este punto. En el caos interno. Así que aquí van unas de las técnicas que empleo para sacarlas de ahí:

 

  1. Cambia el foco de tus pensamientos y las emociones les seguirán el camino.

 

Somos nosotras las que tenemos el poder de elegir en qué penamos y en qué no. Por lo tanto, cuando les pongo a mis Coachees tareas en donde deben pensar en su grandiosidad, su misión de vida, proyectos y sueños, en vez de estar pensando en lo que otras personas piensan de ellas o en situaciones del pasado, su energía se transforma por completo en cuestión de días.

  1. Hacer sus memorias de Triunfo

 

Cuando nuestros pensamientos están en negativo, porque estamos pensando una y otra vez en situaciones del pasado negativa, entonces lo mejor es dejar que la mente siga en el pasado, pero no recordando los episodios que nos avergüenzan o nos hacen dudar, la idea es recordar todos los logros y los momentos en que nos hemos sentido orgullosas de nosotras.

 

  1. Hacer alguna terapia grupal o Constelaciones familiares.

 

Si bien el Coaching te apoya al autoconocimiento y a aprender a observar tus miedos, patrones, pensamientos y emociones, un complemento muy importante para estos procesos en la terapia, pues es la encargada de ir al pasado a sanar las heridas. Por ejemplo, el caso descrito anteriormente, es probable que una constelación familiar donde se sanan patrones y relación con la madre puede ser muy importante en el proceso.

 

 

Para concluir este tema, quiero aclarar varias cosas, la primera es que todas tenemos estos momentos de caos, en donde la mente y el corazón de alían para hundirnos y deprimirnos. Ningún mortal se escapa de estos episodios en la vida.

 

La segunda es que estos momentos son buenos porque nos cansamos del sufrimiento y entonces son las mejores oportunidades para pedir ayuda y dar un salto para crecer interiormente. Es como si nuestro ser nos estuviera diciendo; vamos a generar un poco de caos para que después pueda haber orden.

 

La última cosa que quiero aclarar es que la mente y el cerebro a veces están aliadas entre si desde lo negativo, pero no están alineadas con nuestro ser. Siempre hay una vocecita que grita tratando de empoderarnos, pero la mandamos a callar fácilmente. Cuando estamos en el caos, no podemos materializar nuestros sueños, más bien queremos destruirlos. Por eso es importante aprender a salir de ahí y poner las emociones y la mente en nuestro mando y no que ellas tomen control de nosotras.

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