Aceptémoslo, vivimos con miedo y este siempre nos acompaña las 24 horas del día en nuestra mente, y algunas veces en el cuerpo. El miedo es el encargado de reprimirnos, de no permitirnos disfrutar la vida, de vivir en libertad o de no lograr nuestros sueños. Él es como un compañero “fiel”. Por eso es importante que empecemos a establecer una relación con él y lo conozcamos.
¿Qué es el miedo?
El miedo en realidad es una serie de pensamientos negativos o como lo describe Suryavan Solar: “El miedo es el deseo obsesivo de lo que no quieres que suceda”. Es decir, el miedo usa nuestra imaginación para proyectar en la mente una película de terror. El miedo trae una y otra vez episodios traumáticos del pasado y los proyecta en un posible futuro, haciéndonos creer que es verdad. El miedo no es real, es 100% ilusión porque está en la mente.
Sabiendo esto, debemos entonces utilizar nuestra misma mente para poder atacar el miedo y ser más inteligentes que él. Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿A qué le tengo miedo? A hablar en público, a que se burlen de mí, a fracasar, a que me hieran de nuevo, etcétera. Haz una lista de todos tus miedos y escríbelos. Una vez hecho esto podemos pasar a la siguiente etapa.
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2- Las reacciones del miedo
Si sientes que te quedó difícil hacer la lista, esto te puede ayudar bastante para detectar dónde se oculta el miedo. El miedo hace que tengamos tres tipos de reacciones. Nos paraliza, nos hace huir o hace que ataquemos. Estás 3 reacciones
las vimos en el blog anterior “Vencer los miedos aumenta nuestra autoestima” . Si no lo leíste te recomiendo que lo hagas, para así poder seguir avanzando en la lección de hoy.
En el siguiente PDF vas a hacer lo siguiente: En la primera columna vas a escribir tus miedos y en la segunda vas a poner cuál es la reacción que te produce ese miedo (paralizar, huir o atacar). Esto te apoyará a tener una visión más clara de los miedos que te acechan constantemente.
3- La raíz del miedo
Una vez detectamos nuestros miedos y sus reacciones, entonces el siguiente paso es investigarlo y ver su raíz. Existen tres grandes tipos de miedos:
- El miedo al rechazo o al “qué dirán”.
- Miedo al dolor o al sufrimiento.
- Miedo a la muerte.
Clasifica cada uno de los miedos de la lista que hiciste, con base en estas tres categorías. El primer grupo (el miedo al rechazo o al “qué dirán”), es un miedo relacionado con la comunidad o sociedad. El ser humano depende de otros seres humanos, por lo tanto, cuando nos sentimos excluidos nuestra supervivencia comienza a peligrar.
El segundo grupo corresponde a miedos relacionados con el sufrimiento emocional o inclusive físico. Todos evitamos sentir dolor, pero como explicó Buda en su primera noble verdad, “el sufrimiento existe y todos debemos pasar por él”, así que entre más evitemos el dolor, más nos atormentará.
Y el último grupo es la raíz de todos los miedos: el miedo a la muerte. Incluso los miedos anteriores en el fondo tienen como raíz el miedo a la muerte. Todos le tenemos miedo a la muerte y de hecho, es lo único seguro en nuestra vida; por lo tanto, debemos aprender a enfrentar la muerte como tal, así como las pequeñas muertes de nuestra vida.
En el PDF escribe en la columna “raíz del miedo” y clasifica cada uno de los miedos en estas tres categorías.
4- Superar el miedo
Cada miedo que detectamos
es una oportunidad de crecimiento,
por eso es importante:
- Escribirlos.
- Observar qué reacción que me provoca.
- Saber cuál es su raíz, saber de donde proviene.
Cuando investigamos un miedo, podemos descubrir que va teniendo menos fuerza que antes. Eso hace que sea mucho más fácil enfrentarlo. Sólo podemos enfrentar un miedo con sabiduría, amor y acción. Por ejemplo, si tengo miedo a hablar en público, para poder superar el miedo debo investigar qué es lo que está detrás de ese miedo. Es el miedo al ¿qué dirán?, ¿a que se burlen?, ¿por qué es tan importante para mí la aprobación?, ¿qué otras cosas en mi vida dependen de la aprobación?, ¿cuándo comenzó ese miedo?, etcétera. Una vez analizado todo esto, ojalá con el apoyo de un Coach, podemos desenmascarar el miedo e ir quitando capa por capa hasta encontrar su raíz. Encontrar la raíz del miedo puede llegar a ser muy liberador, porque nos entrega la energía escondida detrás de él: la confianza. Esto nos permitirá estar más seguras para tomar acción y enfrentarlo. En realidad, enfrentar un miedo no es más que ir y hacer lo opuesto a lo que el miedo indica: ir y hablar en público.
Por último, en este punto quiero que en la última columna del PDF, escribas cuál es la acción que debes tomar para que ese miedo deje de existir en tu vida. Ya sabes cual es el miedo, sabes como reaccionas frente a él, y encontraste la raíz, ahora es sólo ir a la acción.
Existen diferentes tipos de metodologías para enfrentar los miedos. Para mí, lo primero es analizar, utilizar un poco de sabiduría y atacar el miedo en su fuente, la mente. Luego de analizarlo, con un poco de amor, es decir, de auto confianza, puedo entonces, entrar en acción y cambiar por completo mi vida. Al enfrentar un miedo le damos fuerza a la vida y no a la muerte. ¡Haz tu lista de miedos y sal a conquistarlos!
Andrea 11 abril, 2019
En este momento de mi vida me inquieta lo que haré a futuro, si mis elecciones serán asertivas y si lograré emprender un nuevo proyecto que me permita estar día a día interesada
Judith 12 abril, 2019
Mi miedo es quedarme sola. He tenido una relación tóxica tormentosa desde hace 24 años. Ya pesar q siento q no puedo mas. No se q hacer. Vivo en un interminable estrés y sufrimiento esperando un cambio q no llega.
Nancy 12 abril, 2019
Daraki, que bonito esto que escribes…
Yo tengo muchos miedos, tanto que ya me generó crisis de pánico que a parecen y desaparecen por un tiempo. Mi vida se ha marcado bajo dos creencias el miedo y la vergüenza, como lo escribiste uno de ellos es hablar en publico y el otro se debe a mi falta de autoconfianza, la importancia que le da mi mente a las opiniones de los demás. Llevo trabajando esto en mi desde hace años y cada vez surgen nuevos miedos que suelen ser como “demonios” que te atormentan, te paralizan y al punto que no me dejan dormir. En fin… Este tema tiene mucha tela que cortar… gracias por leerme.