Hola soy Andrea Llinás una mujer creativa y apasionada por la vida. Desde hace 15 años he explorado nuevos horizontes siendo amante de los viajes a lugares exóticos y con mucha curiosidad por la filosifía Budista.
Soy Diseñadora Industrial de la Universidad de los Andes, pero en mi sed por conocer el mundo y explorar la vida terminé emprendendo viajes a varios países de Asia que transformarían mi destino. Fueron viajes donde en mi interior surgieron muchas preguntas con respecto a ser mujer, pues la posición social y cultural de la mujer variaba según el país. Diría que más que viajes al exterior fueron viajes al interior de mi ser dónde descubrí miedos heredados de la sociedad en que nací. Ahí comprendí que independiente de las creencias o cultura, existe una esencia femenina que nos une a todas las mujeres del mundo. La gran pregunta por la cual me obsesioné fue; ¿Cómo liberarnos de nuestros miedos y creencias limitantes para encontrar esta mujer auténtica y esencial?
Después de este viaje a los Himalayas, conocí una organización, Cóndor Blanco en los Andes Chilenos e ingresé a una escuela llamada Kai Woman Cóndor Blanco. Es aquí en donde durante 10 años pude responder a la mayoría de las preguntas que me hice algunos años atrás. Es el lugar en donde he podido transformarme, enfrentar miedos y creencias para ser cada día más auténtica.
A lo largo de esos 10 años me convertí en Instructora de la Escuela de Kai Woman apoyando a cientos de mujeres a encontrarse a si mismas, dictado más de 38 Seminarios, y realizado más de 580 Consultas personalizadas o sesiones de Coaching.
En el 2016 quedé embarazada y desde entonces dejé la Escuela Kai Woman para dedicarme a mi familia. Los últimos 5 años los he dedicado a apoyar a miles de mujeres alrededor del mundo a través de mis consultas personales, e-books, el programa anual Moon Magic y próximamente el retiro Sacerdotisa Lunar.
Mi deseo es que a través de mis experiencias de vida pueda abrir el camino e inspirar para muchas otras mujeres experimenten y vivan con magia y entrega sus vidas.
laura 9 septiembre, 2011
Que lindo!